A
los dirigentes del PSOE les debe resultar insoportable el hecho de que, a pesar
de la nefasta política desarrollada por el PP en este año largo de gobierno,
las encuestas de intención de voto no evolucionan de forma favorable para su
formación política.
"¿Qué
podemos hacer?", se han preguntado sus máximos responsables; "hay que
volver a contactar con la ciudadanía", se contestan ellos mismos. Fruto de
esa sesuda reflexión es la iniciativa (con intención nada oculta -no hay más
que ver el título-) conocida como "Hacer PSOE 2015", actuación con la
que pretenden cambiar la tendencia de voto y conseguir retomar el gobierno del
país [si es que sobrevivimos para entonces] en 2015.
En
ese sentido, últimamente están llevando a cabo acciones, desconocidas hasta ahora,
con las que pretenden lavar su imagen y... aquí
no ha pasado nada, compañero.
Vídeos
de militantes en los que piden perdón por haber sido los pioneros en los
recortes que ahora sufrimos, ofertas de cooperación por parte de agrupaciones
locales desaparecidas desde hace años, supernovas militantes que critican que
las reuniones de la Internacional Socialista se lleven a cabo en hoteles de
cinco estrellas y que lloran porque la gente les recuerda (ya que deben ser muy
olvidadizas) que ellos gobernaron "cueste lo que cueste" durante casi
ocho años.
...y
también en Memoria Histórica.
A
quienes buscamos noticias relacionadas con este tema a través de los medios
informativos y las redes sociales, nos ha sorprendido que, en los últimos dos
meses, después de un desierto de actuaciones, esta formación política haya
organizado cuatro exposiciones relacionadas con la Memoria Histórica. Más
sorprendente es que dos de esas exposiciones se hayan organizado en Madrid, una
en San Fernando de Henares y otra en la sede central del PSM, en la céntrica Plaza
de Callao.
Nada
que objetar al contenido de estas muestras, por supuesto. Al menos, la llevada
a cabo en el centro de la capital (que es la que hemos visitado) estaba
realizada por la ARMH. Un impresionante recorrido fotográfico por las
exhumaciones y el trabajo de esa admirable asociación, en colaboración con la no
menos admirable Sociedad de Ciencias Aranzadi, culminado por un extraordinario panel
a escala real que reproduce una de las fosas excavadas.
Lamentablemente,
al fondo de la sala, un decorado estropeaba toda la escena; "PSM - PSOE"
se podía leer en él.
¿No les da vergüenza enarbolar ahora la bandera de la Memoria Histórica? No se han
enterado de nada, o lo que es peor: no quieren enterarse de nada. Habría que
recordarles algunos hechos:
Después
de la aprobación, en diciembre de 2007, de la tibia Ley 52/2007, de Memoria
Histórica, las iniciativas promovidas por ese partido han sido prácticamente
inexistentes. En esa norma, no se atrevieron a ir más allá de la comodidad de
establecer una asignación anual a las actividades de colectivos y particulares,
a los que esa ley condenó a ser los que actuasen en la búsqueda de la verdad,
pero negándoles la justicia y, por supuesto, la reparación.
Una
disposición que ni siquiera declaró nulos los juicios celebrados durante los
años de plomo de la postguerra y el franquismo, de manera que, actualmente,
Miguel Hernández o Lluis Companys, por ejemplo, siguen siendo culpables.
Mientras
tanto, en esa misma norma, se preservaba, intacto, el mayor monumento fascista
del mundo, algo que se perpetuaría con las conclusiones de la comisión de
expertos posteriormente nombrada para decidir su futuro.
Y,
como remate, pocos meses después de la publicación de esa decepcionante ley,
arrasaron Carabanchel, algo que constituyó, seguramente, el mayor ejemplo de
desprecio a la Memoria Histórica ocurrido nunca en nuestro país y, seguramente,
en toda Europa.
Por
ello, permitidnos que, también en esto, dudemos de sus intenciones. Al fin y al
cabo, lo único que queremos es que no nos vuelvan a engañar...
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