En esta ocasión, nuestra entrada parecería que
no tiene nada que ver con Carabanchel, pero sí, creemos que sí tiene que ver.
Hace pocos días, tuvimos la oportunidad (la satisfacción, habría
que decir mejor) de ver y oír como el profesor Pablo Iglesias afeaba a Alfredo
Pérez Rubalcaba, y -por extensión- al partido que dirige, por su incongruencia.
Debatían al hilo de la desmesurada subida propuesta del precio de la
electricidad y destacaba la contradicción que supone el hecho de que un partido
calificado como socialista viera con buenos ojos que alguno de sus destacados
ex dirigentes formasen parte de los Consejos de Administración de las grandes
empresas generadoras de esa energía.
Aquí os dejamos un enlace para que, si no lo habéis visto,
podáis acceder al vídeo de ese debate:
Tenemos que reconocer que este vídeo nos ha producido un cierto
morbo. ¡Cómo nos hubiera gustado ser nosotros quienes le recrimináramos a ese
personaje su falta de coherencia! Difícilmente lo podríamos haber hecho con la
mezcla de rabia, contundencia y aplomo de Pablo Iglesias, No hubiéramos podido
evitar alzar la voz y perder los papeles al recordarle la soberbia con que
trató (trataron) a los ciudadanos hace ahora cinco años cuando le(s) pedíamos
solamente DIÁLOGO.
Resulta indignante comprobar que siguen sin tener ningún atisbo
de remordimiento como si ellos nunca hubieran gobernado, como si nunca hubieran
incumplido sus promesas. Como si nunca hubieran engañado.
Quizás todo venga de su absoluto convencimiento de que cualquier
alternativa al gobierno de derecha extrema que hoy nos dirige pasa por ellos.
Tal vez por eso la falta de autocrítica y el regreso a intentar seducirnos con
promesas de que ellos van a cambiar y de que van a cambiar todo.
Porque, como acertadamente les recuerda Pablo Iglesias, [minuto
07:09 del vídeo]: "Hay mucha gente que tiene la sensación de que ustedes,
los socialistas, cuando están en la oposición tienen buenas palabras, pero
pocas garantías, señor Rubalcaba". Una frase para enmarcar y un frase que
podríamos hacer totalmente nuestra.
Como podríamos hacer igualmente nuestra, la petición que le hace
unos segundos más tarde:
[7:52] "Yo no le pido, señor Rubalcaba, que sea socialista;
basta con que sea patriota". Y ahí emplea la palabra "patriota"
en su sentido literal: "Persona que tiene amor a su patria y PROCURA TODO
SU BIEN".
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