Como
habréis podido comprobar quienes seguís habitualmente las publicaciones de este
blog, por aquí “han pasado” prácticamente todos los políticos que han caído en
la contradicción (¿o habría que decir mejor cinismo?) de haber efectuado
declaraciones en algún momento favorables a la conservación de Carabanchel y
luego no mover un dedo para evitar su total destrucción.
También
hemos destacado, porque esa es una de nuestras metas, la incoherencia de muchos
de ellos que reprenden actuaciones del partido mayoritario opuesto (PP o PSOE) sin recordar lo que hizo su
propia formación o –incluso- lo que ellos mismos opinaron.
Posiblemente
por su dedicación como Secretario de Estado para el Deporte, un personaje que
no había aparecido aquí era Jaime Lissavetzky, de quien no tenemos noticia de que, en los momentos del
derribo del Lugar de Memoria de Carabanchel, objetara algo a su demolición, a
pesar de su interpelación al Gobierno (del PP, claro está) como Senador en
diciembre de 1998.
En
aquel entonces (y aquí tenéis un enlace a la web oficial del Senado en cuyo
Diario de Sesiones está publicada su intervención), abogaba por dotar de
equipamientos públicos a los vecinos de los barrios próximos como compensación
por los muchos años que sufrieron la existencia de la prisión (“Carabanchel se
conoce en España y en muchas partes de fuera de España casi exclusivamente por
la cárcel, y después de prácticamente 60 años de vigencia de la misma ahora es
el momento de devolver esas plusvalías que se generen a los vecinos de esos
distritos“) y, al mismo tiempo, apoyaba que “la parte central de esa cárcel
pudiera mantenerse como un museo de la prisión o con el nombre que se quiera…”.
Diario de Sesiones del Senado español (2 de diciembre de 1998)
Como ya hemos
dicho, su trayectoria política, una vez ganó el PSOE las elecciones de 2004, se
apartó del ámbito municipal madrileño y, quizás por eso, mantuvo un cómplice
silencio cuando sus compañeros de partido jalearon el derribo de la histórica
cárcel.
Hasta ahora.
Y no es que se
haya manifestado concretamente sobre el solar de Carabanchel, sino que, en su
nuevo cargo como Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Madrid, se
ha atrevido a reprochar al Partido Popular por el abandono que sufren algunos
solares en el centro de la ciudad, espacios cuya finalidad última era la
construcción de equipamientos para beneficio de los vecinos.
Así, como podéis
ver en la noticia que publicó hace unas semanas el informativo digital
www.madridiario.es , a través de su testimonio, “el PSOE denuncia la parálisis
de diversos solares municipales”.
Por supuesto que coincidimos en criticar esa
parálisis en la creación de espacios positivos para los ciudadanos, pero, como
ya hemos remarcado aquí muchas veces, no parece que su ese partido tenga el
suficiente crédito moral que le permita recriminar esa paja en el ojo del PP
teniendo en el suyo la “viga” de Carabanchel.
www.madridiario.es (18/7/2012)